martes, 19 de mayo de 2009

La desnutricion

Ojos grandes, mirada perdida, bracitos largos y flacos. Debe ser la peor cara de la crisis. Pero es el rostro de alrededor del 20 por ciento de los chicos argentinos, ya que los especialistas estiman que uno de cada cinco niños en la Argentina padece de desnutrición.

No son, sin embargo, las cifras oficiales que maneja el Ministerio de Salud. La última encuesta nacional de nutrición es de 1996 y afirma que el problema afecta al 13% de los niños.

Un relevamiento del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni), una ONG consultora de la Organización Mundial de la Salud, apunta que en 2001 la desnutrición afectaba a entre el 11 y el 17 por ciento de la población infantil y que las regiones más castigadas eran el noroeste y el nordeste argentinos. Según dijo a La Nacion el director del Cesni, Alejandro O’Donnell, se proyecta que como consecuencia del último coletazo de la crisis la desnutrición infantil superó el 20 por ciento.

En ausencia de cifras actualizadas, el indicador oficial es la cantidad de niños con necesidades básicas insatisfechas. “En el norte del país y en el Gran Buenos Aires el 60% de los niños no tiene garantizada su alimentación, aunque no todos estén desnutridos”, dijo Hilda “Chiche” Duhalde, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.

En el Ministerio de Salud, el viernes último la secretaria de Salud, Graciela Rosso, convocó a una reunión con representantes del área en Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y Santa Fe. El objetivo era conocer cómo había evolucionado la desnutrición en cada provincia durante los últimos meses. Una fuente del Ministerio de Salud que pidió no ser mencionada dijo que concluyeron que el problema se duplicó y que en promedio llega al 25% en las estadísticas hospitalarias provinciales.

Tipos de desnutricion


Tipos de desnutrición infantil:
La forma más importante de desnutrición es la proteico-calórica, que suele dividirse en dos tipos, aunque a veces se superponen: marasmo y kwashiorkor.
El marasmo está causado principalmente por deficiencias energéticas y se distingue por la gran delgadez del niño. Se desarrolla generalmente en el primer o segundo año en chicos que no son amamantados o que sufren de diarrea crónica. El marasmo severo se ve acompañado por una profunda debilidad. Los niños en esta condición pierden grasa y músculo y adquieren una apariencia esquelética. Además de ser pequeños para su edad, sufren infecciones frecuentes. Otros síntomas incluyen piel seca y arrugada y pulso y respiración lentos.

El kwashiorkor -una palabra que se origina en un lenguaje nativo de Ghana- es causada por un déficit proteico y se presenta generalmente en el lactante mayor o en el preescolar. Se caracteriza por la retención de líquido o edema, alteraciones en la piel, cambios en el color del cabello, pérdida de apetito, apatía y, comúnmente, anemia y diarrea. La acumulación anormal de líquido puede hinchar el abdomen, de modo que a los padres el niño suele parecerles "gordo". Algunos chicos pueden sufrir a la vez marasmo y kwashiorkor. los podemos ver en vivo y en directo en todas las provincias del Norte argentino e incluso en zonas del segundo cordón bonaerense.

Otras formas de desnutrición se originan en las deficiencias de micronutrientes -así llamados porque se necesitan en pequeñas cantidades-, como las vitaminas y la mayoría de los minerales, de los cuales los más importantes son la vitamina A, el hierro y el yodo. La deficiencia de yodo es la principal causa prevenible de retardo mental y daño cerebral en el mundo. También es origen frecuente del bocio, enfermedad que se caracteriza por el aumento del tamaño de la glándula tiroides y que en nuestro país afectaba especialmente a la región andina. La utilización de sal yodada desde los años sesenta ha permitido reducir significativamente los desórdenes por falta de este micronutriente.


fuente consultada http://argentina.indymedia.org/news/2006/03/390876.php

La desnutricion como causa de muerte

La desnutrición infantil en Argentina capitalista, que afecta especialmente a las provincias del Norte (aunque no exclusivamente), es resultado de un cóctel en el que se combinan el aumento de la pobreza extrema y de la nueva pobreza del postfordismo, el mercado de trabajo precario, los salarios al borde del mínimo de manutención física, el analfabetismo sistemático, el clientelismo político, la baja cobertura de saneamiento ambiental y las históricas falencias e inequidades de las políticas de salud, que se traducen en una deficiente atención materno-infantil. Todo esto se ha visto agravado y potenciado desde el establecimiento del nuevo regimen social de acumulación de Duhalde y Kirchner. Aunque en nuestro país el déficit nutricional es un problema de larga data, se carece de datos completos y actualizados. Será por que las estadísticas asustan a nuestra clase política y perturban la fiesta en la Bolsa de Comercio.

Otro dato que anticiparía índices más altos de desnutrición es el incremento que ha experimentado el número de niños que viven en hogares indigentes, es decir, que no cuentan con los ingresos suficientes para cubrir una canasta alimentaria básica. Y aunque los parámetros del INDEC son muy criticables, son los únicos de los que disponemos. De acuerdo con un estudio del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales de la Nación (SIEMPRO), es decir: del propio estado capitalista, en octubre de 2002 el 42,7% de los menores de hasta 18 años era indigente. Se alcanzan picos superiores al 55% en Misiones, Chaco, Corrientes y Salta.


fuente consultada http://argentina.indymedia.org/news/2006/03/390876.php

desnutricion:sintomas y tratamiento


Síntomas:
Los síntomas varían de acuerdo con cada trastorno específico relacionado con la desnutrición. Sin embargo, entre los síntomas generales se pueden mencionar: fatiga, mareo, pérdida de peso y disminución de la respuesta inmune.

Tratamiento:
Generalmente, el tratamiento consiste en la reposición de los nutrientes que faltan, tratar los síntomas en la medida de lo necesario y cualquier condición médica subyacente.
El pronóstico depende de la causa de la desnutrición. La mayoría de las deficiencias nutricionales se pueden corregir; sin embargo, si la causa es una condición médica, hay que tratar dicha condición con el fin de contrarrestar la deficiencia nutricional.


http://www.umm.edu/esp_ency/article/000404trt.htm fuente consultada